martes, 24 de diciembre de 2013

La decisión correcta

Por primera vez desde casi tiempos inmemoriales, la elección de los Knicks en el Draft era recibida con una expectación hasta por aquel entonces insólita, y es que procedente de la Universidad de Michigan, aterrizaba en la Gran Manzana un chico cuyas ambiciones iban más allá de la presión que supone su apellido. La tarea se presentó ardua e intrincada desde el primer día, pero sí volvemos a avanzar hacia nuestros días, la irrupción de Tim Hardaway Jr. se ha erigido como una de las únicas razones por las que sonreír en este anodino inicio de temporada en Nueva York.

El objetivo parecía claro. Una vez descartada la opción de sumar un nuevo jugador interior a la pintura, se buscaba un jugador exterior versátil, capaz de aportar energía y anotación que saliendo desde el banquillo pudiera ayudar a dar un salto de calidad a la segunda unidad. Tras barajarse nombres tan dispares como los de Reggie Bullock, Allen Crabbe o hasta Tony Mitchell, se optó por un Hardaway Jr. que ya por su nombre (y por la incesante máquina mediática que supone la ciudad) aclamaba la luz de los focos. Una decisión aplaudida en un primer instante, pero que poco después requería reflexión. La batería de jugadores de perímetro que había asentada con Iman Shumpert y JR Smith como protagonistas (ni hablamos de Carmelo), hacía complicado a primera vista el que se pudiera hacer un hueco notable en la rotación.


Y es que independientemente de haber podido ser testigos del despliegue físico y el talento ofensivo que había demostrado enfundándose la camiseta de los Wolverines, la faceta de gladiador de la que ha dado tan buena cuenta era un tanto desconocida. En medio del hundimiento de los Knicks, resplandecía un halo de esperanza en forma de lucha e intensidad, a partir de la cual ingresó en esa estirpe de jugadores, cuya garra y compromiso colectivo están por encima de cualquier otra cosa. "T-Hard" hacía gala de un descaro y una madurez impropia para un rookie, que por méritos propios se había ganado ya en las primeras semanas de competición la confianza de Mike Woodson. Hecho que a su vez se vería reforzado por el mediocre inicio de un JR Smith que pedía a gritos el volver a la versión dada el pasado curso.

A propósito o no, desde los despachos se había conseguido reclutar al jugador que tanto se anhelaba. Un jugador con el carácter suficiente para desenvolverse en la "Ciudad que Nunca Duerme", y que además impregnaba en la cancha ese espíritu guerrero del que tanto carecían (y carecen) estos Knicks. Desmarcado de los rumores de traspaso, Tim Hardaway Jr. se empezaba a ganar el respeto de una liga que no tiene piedad alguna con los novatos.

Sus incisivas penetraciones, sus eléctricos mates y su envidiable desparpajo en ambos lados de la cancha contra "los mayores" son de lo poco que se puede celebrar en el Madison, y es que a pesar de que sus números (8'4 puntos, 1'2 rebotes y 1 asistencia en casi 18 minutos en cancha), el impacto con él en pista era inmediato, dando buena cuenta de que las estadísticas no siempre reflejan la aportación del jugador. 

De esta manera, mientras una tormenta se cernía implacable sobre Nueva York, cuando las heroicas acometidas de Melo no obtenían resultado alguno, cuando los fantasmas del pasado se asomaban entre la 7ª y 8ª Avenida, irrumpía una figura que más que como agua de mayo, se presentaba como una bocanada de aire fresco para un equipo falto de entereza y brío, que a día de hoy, se ha ganado a pulso el ser considerado uno de los tan afamados robos del Draft. 

Tim Hardaway Jr. viene pisando fuerte, y lo que es mejor, esto solo es el principio. 




¡Un saludo y gracias por su lectura!

(@NachoJuanRules)

3 comentarios:

  1. THard goes hard!
    Yo no conocía apenas a Tim pero por los vídeos que vi tras el draft me esperaba que anotara, pero no que le pusiera tantas ganas. Enorme Nacho!

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  2. Lástima que se haya tenido que ir de College para saber lo buen jugador que es realmente. Más que nada, porque los Wolverines están notando mucho más su marcha que la de Trey Burke.

    Simplemente tiene que mejorar un par de aspectos para ser un jugador completísimo ya que, como me parecía antes, me parece un jugador algo lineal que paga esos defectos con garra. Eso sí, tiene el mejor profesor posible (aunque en los Knicks no caiga demasiado bien)

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  3. Muchas gracias a ambos por los comentarios! Lo cierto es que visto lo visto hasta la fecha, un jugador de sus prestaciones es lo que más hace falta. Cuando el talento falla, hay que recurrir a aspectos como los que nos regala noche tras noche, y eso ya es razón más que suficiente como para haberse ganado al Madison.

    No me espero que evolucione en jugador franquicia, pero sí que lo quiero atado en Nueva York durante mucho tiempo. Gracias de nuevo por haberos molestado en leerlo. Un saludo :)

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