AMAR'E SÍ, AMAR'E NO; EL ETERNO DEBATE

Amar’e Stoudemire llegó a los New York Knicks como una bocanada de aire fresco tras tantos años sin apenas alegrías en el equipo de la ciudad de New York. Se esperaba de él que fuera la estrella del equipo de la Gran Manzana, el que sacara del pozo a unos Knicks que llevaban 7 años sin asomarse por los Playoffs. Y parecía conseguirlo. Batió el récord de la franquicia de partidos seguidos anotando 30 o más puntos con 9 encuentros seguidos haciéndolo. Él era la estrella, se sentía al mando del equipo siendo la primera referencia ofensiva del equipo. Se entendía a la perfección con Raymond Felton, aprovechando sus pases tras el pick & roll. Pero todo cambió tras el fin de semana del All Star de 2011. Tras varios meses de rumores, los New York Knicks conseguían hacerse con uno de los mejores anotadores y jugadores de la NBA, Carmelo Anthony. Pero en el traspaso se vieron involucrados como moneda de cambio varios jugadores, incluyendo a la pareja de baile de Amar’e, Raymond Felton. Stoudemire dejó de ser la primera opción del equipo en ataque, y Carmelo Anthony pasó a acaparar la mayoría del juego ofensivo del equipo y la sensación era de que no se entendían y no sabían jugar juntos. Necesitaban tiempo para adaptarse el uno al otro.

Dos temporadas después y tras sendas derrotas contundentes en primera ronda de Playoffs a manos de Boston (4-0) y Miami la pasada postemporada (4-1), en la todavía presente campaña, Stat decidió asumir (tras el gran juego del equipo en los meses de noviembre y diciembre) el rol de sexto hombre del equipo. Su suplencia parecía una buena opción a ojos del aficionado neoyorquino, ya que la temporada de Carmelo Anthony y los Knicks hasta esa fecha estaba siendo verdaderamente espectacular. New York se agarraba a la idea de que si algo funciona no hay que cambiarlo y, como el propio Amar’e predijo, Mike Woodson decidió que la mejor opción sería su salida desde el banquillo. Y funcionaba, su gran talento ofensivo le permitía cuajar grandes actuaciones partiendo desde la segunda unidad con muy pocos tiros. Parecía que, por fin, Carmelo Anthony y él no se estorbaban en la pista, algo de lo que la vuelta de Felton a la Gran Manzana tiene mucha culpa.

 Tras un pequeño bajón en el rendimiento general del equipo en los dos siguientes meses, Stoudemire recayó de la lesión de rodilla que se produjo en pretemporada y la cual le mantuvo alejado de las canchas 4 meses. El Ala-pívot procendente de Florida terminó con unos promedios de 14,2 puntos por partidos y 5 rebotes en 29 partidos y 23,5 minutos por encuentro. Los problemas físicos de Stat son algo de lo que ya avisaron los Phoenix Suns antes de su fichaje, y razón suficiente por la que le dejaron marchar.

Tras la recaída de Amar’e, los New York Knicks consiguieron reencontrarse con el juego de los primeros meses de competición y cerrar la ‘’regular season’’ con muy buenas sensaciones y con el mejor récord (54-28) desde la temporada 1996-97. A Amar’e Stoudemire se le esperaba de vuelta para la segunda ronda de Playoffs, y parece que así será. Ahora, tras una dura y, finalmente, victoriosa batalla con los Boston Celtics en primera ronda, se le espera con los brazos abiertos para las semifinales de Conferencia contra unos correosos Indiana Pacers. Habrá que ver en qué momento de forma se encuentra el Ala-pívot y de cuántos minutos dispondrá Amar’e para revalorizarse de cara al espectador y a la directiva de los New York Knicks. El equipo le necesita en esta serie más que nunca, ya que es de los pocos jugadores interiores que tienen talento para hacer daño ofensivamente a los hombres altos de Indiana.

Sólo él tiene el poder de cerrar el debate sobre si es un jugador válido para este equipo o no. Tiene talento, tiene motivación y ganas de ganar. Si las lesiones y sus maltrechas rodillas le respetan por fin, puede volver a ser el jugador determinante y fundamental que fue tanto en su etapa en los Phoenix Suns como en su primera media temporada como Knickerbocker, una verdadera estrella.

@fran_gazquez