sábado, 30 de marzo de 2013

Colaboradores KnicksPride - Fran Gázquez

Los New York Knicks, uno de las franquicias con más historia en la NBA y en el baloncesto mundial. Cualquier persona aficionada, en mayor o menor medida, al baloncesto ha oído hablar alguna vez del equipo de la Gran Manzana. Otros, además de eso, seguimos al equipo en cada partido, cada entrenamiento, cada segundo, por eso, ser de los Knicks no es sólo un sentimiento, es una forma de vida. Y yo, un chico de 18 años explicaré cómo empezó todo para mi.

Mi curiosidad por la NBA empezó un verano (sí, cuando no hay temporada) del año 2005, cuando la selección española de baloncesto jugó el Eurobasket. Por aquel entonces había ciertos rumores de que unos tales José Calderón, Sergio Rodríguez y Jorge Garbajosa podrían marcharse a la NBA tras el Mundobasket de Japón de 2006. Y así fue, aunque Jorge tuviera que esperar un par de años más. Me sentía orgulloso de ver a tanto español compitiendo contra los mejores del mundo en la mejor liga del planeta, y gracias a ellos, empecé a seguir con muchísima mas asiduidad todo lo relacionado con la NBA. Pero, sorprendentemente, no fue ninguno de sus equipos los que me llamaron la atención.
 
Me fijé en un equipo que, por su bajísimo puesto en la clasificación, no parecía despertar interés alguno en mi. Ese equipo, cómo no, eran los New York Knicks. Casualmente, Canal+ retransmitió ese verano algunos partidos de los Playoffs de 1999, el año en que los Knicks perdieron las finales de la NBA a mano de los Spurs de un tal David Robinson y un joven Tim Duncan.
 
Pero esas eliminatorias por el título, esos partidos con el Madison Square Garden lleno hasta la bandera y arropando a su equipo hasta el final, con Patrick Ewing liderando al equipo al lado de Latrell Sprewell, Allan Houston, Larry Johnson, etc, me dijeron que ese no era un equipo más. Había algo especial en ellos, en cada jugador, en cada aficionado de cada asiento del Madison, en cada letra del nombre de la ciudad en la camiseta. Definitivamente me di cuenta de que para mi, los New York Knicks no eran "un equipo más".
 
Comencé entonces a seguir a unos New York Knicks por aquel entonces mucho más decaídos, a pesar de contar con jugadores como Stephon Marbury, Jamal Crawford o Allan Houston. Esa temporada acabó con un récord de 23 victorias por 59 derrotas para los neoyorquinos. Derrota tras derrota. Pero yo ya sentía que ese era mi equipo.
 
Carmelo Anthony, Amare Stoudemire, Tyson Chandler, JR Smith y compañía nos están haciendo ilusionarnos de nuevo, creer en que es posible que volvamos a codearnos con la élite de la NBA. Y este año parece que, más que nunca en la última década, estamos en disposición de pelear por el anillo. Esa es mi historia hasta hoy con los New York Knicks, el equipo que seguía, sigo y seguiré apoyando incondicionalmente, porque como dice el actual lema de nuestra camiseta: Once a knick, always a knick. (Una vez que eres un knick, lo eres para siempre).
 
No me queda más que desear que este proyecto haga disfrutar a cada lector de la mano de cada colaborador de este gran blog y los New York Knicks.
 
(@fran_gazquez)

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